Durante décadas, la infraestructura de hosting se ha medido por la velocidad, la fiabilidad y el tiempo de actividad. Las empresas aceptaron breves momentos de inactividad como el coste de hacer negocios, análogo a las sacudidas esporádicas en un vuelo transcontinental. Pero, ¿y si la innovación pudiera predecir la turbulencia antes de que ocu